Cómo darle un toque picante a tu relación con un masaje erótico: 7 consejos que la volverán loca
Cuando llevas un tiempo en una relación, es fácil dejar pasar por alto el masaje como parte del buen sexo. Sin embargo, darle un masaje a tu pareja puede ser una experiencia erótica y sensual increíble para ambos. Puede ser una expresión asombrosa de intimidad y puede demostrarle a tu pareja que estás en sintonía con su cuerpo.
No tienes que ser un masajista autorizado para darle a tu pareja un masaje que la dejará relajada y con ganas de sexo caliente. Con un poco de imaginación y planificación, puedes brindarle una experiencia que nunca olvidará.
Haz un inventario
Hay varias cosas que puedes usar durante un buen masaje. Es posible que algunas ya estén en tu casa. Comienza con un buen aceite de masaje. El aceite de bebé funcionará en caso de urgencia, pero busca algo perfumado que no sea tan sucio. Por ejemplo, la lavanda es buena para la relajación. Asegúrate de ponerla en una taza de agua tibia para calentarla. Prepara el ambiente con velas encendidas, sábanas limpias y música lenta. Ten una toalla cerca para que puedas limpiarte las manos si es necesario. Piensa fuera de lo común y usa una pluma o unos guantes de masaje que te proporcionen diferentes sensaciones táctiles.
Cuando menos se lo espere
Apuesta por el elemento sorpresa. No esperes a que sea la hora de dormir. Sorpréndela cuando llegue a casa del trabajo. La mayoría de las mujeres piensan en las tareas domésticas que tienen que hacer después del trabajo y las parejas que llevan un tiempo juntas tienden a adoptar una rutina. Romper la rutina puede cambiar mucho las cosas sexualmente y darle un masaje erótico será de gran ayuda para demostrarle que entiendes lo duro que trabaja y que estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para darle placer. Reúne todo lo que necesitas y tenlo en la mesita de noche del dormitorio para que esté a mano. Abre una botella de vino y salúdala en la puerta con una copa.
Empieza poco a poco
Cuando entre y se le pase la sorpresa, tómala de la mano y llévala al dormitorio. Pasa un rato besándola y susurrándole al oído. Dile que la noche es toda para ella. Desvístela lenta y deliberadamente. Muchos hombres no lo saben, pero a las mujeres les gusta que su amante las desvista y eso es algo que a menudo se deja de lado después de un tiempo.
Haz que se acueste boca abajo y comienza frotando con tus dedos su cabello y dale un masaje en el cuero cabelludo. Esto realmente se siente increíble. Pon un poco de aceite tibio en tus manos y comienza en su cuello y ve bajando lentamente. Recuerda que la piel es el órgano sexual más grande del cuerpo, por lo que las zonas erógenas están por todas partes, no solo entre tus piernas.
Juega con ella y provoquela con tu tacto. Frótale con tus manos todo el cuerpo. Hazle cosquillas con tu barba incipiente o una pluma.
De abajo hacia arriba
No descuides su trasero. Dale un buen masaje profundo y pasa tus dedos suavemente hacia abajo entre sus nalgas. Rocía un poco más de aceite tibio en su trasero y aplica presión de masaje en círculos lentos, suavemente y luego con más fuerza, liberando toda la tensión muscular mientras trabajas. Baja hasta sus pies y haz que se dé vuelta boca arriba.
Es hora de la otra cara
Una vez que esté boca arriba, acaricia suavemente su rostro y bésale los labios. Baja por cada brazo y masajea y acaricia cada mano.
No todo está en lo que ella ve
Para hacerlo aún más sensual, ponle una venda en los ojos. Al quitarle lo que ve, su cuerpo tendrá que usar sus otros sentidos en un grado aún mayor. Aprovecha su sentido del oído usando lenguaje erótico y su sentido del tacto con todas las diferentes sensaciones táctiles que se te ocurran que le puedan gustar.
Guarda lo mejor para el final
Mientras avanzas por su cuerpo, no toques su vulva. No todavía. Cuanto más la toques en todas partes, más excitada se pondrá. Tócala, coquetea con ella, toca su clítoris un poquito y luego detente. Bésala y toca la parte interna de sus muslos y avanza hacia abajo masajeando sus piernas.
Cuando hayas masajeado todo su cuerpo y ella esté respirando agitadamente con anticipación, es hora de prestarle atención a sus genitales. Acaricia suavemente su clítoris con una mano y su vagina con la otra, lentamente al principio y luego más rápido. Deja que su reacción sea tu guía. Acércala cada vez más al orgasmo hasta que no pueda soportarlo más.
El masaje erótico debe ser erótico, pero también divertido. Aprovecha esta oportunidad para mostrar tu lado sensual. Recuerda que no tienes que ser un profesional para dar un buen masaje. La confianza en lo que estás haciendo puede ser lo que más te excita. Da un salto de fe y ten la seguridad de que ambos disfrutarán de una experiencia tan erótica.
¡Feliz masaje, chicos!
Victoria Moreti